Este plato es tan sencillo que incluso estuve pensando si publicarlo, pero al final decidí compartirlo con vosotros. Es un plato que me recuerda a mi niñez, y ahora es a mi hijo a quien le apasiona casi tanto como me apasionaba a mí entonces. Os animo a que lo probéis y a los que teneis crios os va a sacar de más de un apuro. Es un acompañamiento ideal para cualquier plato de carne o pescado, y mucho más sano que las patatas fritas.
Las patatas en sí apenas tienen grasa y las calorías que proporcionan son moderadas. Su poder calórico se debe a la manera de cocinarlas. Las preparadas al vapor, como en este caso, son las que mantienen la mayor parte de los nutrientes, pero cocidas tampoco están mal.
INGREDIENTES
- 4 patatas medianas
- 2 huevos cocidos.
- Sal, aceite y vinagre
- Cocemos las patatas al vapor. Utilicé una vaporera, que es una especie de cestillo que se adapta a cualquier tipo de olla y que podeis encontrar hasta en los chinos (ver foto). Solo teneis que añadir un poco de agua en la olla sin que llegue a la base del cestillo. En una olla superrapida, las teneis cocidas en unos 10 minutos. Podeis también cocerlas en agua de manera tradicional hasta que estén tiernas
- Por otro lado cocemos los huevos (unos 10 minutos).
- Pelamos las patatas y los huevos, los disponemos en una fuente y los machacamos con un tenedor.
- Aliñamos con aceite, vinagre y sal.