Para mí, el postre tradicional por excelencia, aunque en los últimos tiempos se ha visto relegado en favor de postres más actuales, más elaborados, más visuales, donde lo "mini" triunfa y donde los "híbridos" son tendencia, pero a mí, que la edad me va volviendo más "carca", me siguen chiflando los postres de antaño, hechos con mimo, a fuego lento, con ingredientes de primera, donde lo simple se impone a lo sofisticado, donde.......Para Joselito, que se te está yendo la pinza, con lo que te gusta a tí un semifrío de limón. Y no me digas que eso no es modernísimo.
Ains, si es que no tengo remedio, me gusta tó!!!!
Ains, si es que no tengo remedio, me gusta tó!!!!
INGREDIENTES:
- 1 litro y medio de leche entera.
- 8 yemas de huevos tamaño XL.
- 225 grs. de azúcar. (La cantidad de azúcar va un poco al gusto)
- 40 grs. de maicena.
- 1 rama de canela.
- 1 vaina de vainilla.
- La piel de 1 limón.
- Canela en polvo y galletas para decorar (opcional).
ELABORACIÓN:
- Vertemos la leche en una olla y reservamos un vaso (para diluir posteriormente la maicena) y la ponemos a calentar a fuego medio y llevarla casi a ebullición, sin que hierva. Retiramos del fuego y agregamos la piel de un limón (sólo la parte amarilla), la rama de canela, las semillas de la vaina de vainilla y la misma vaina y dejamos infusionar durante 10 minutos como mínimo.
- Mezclamos la maicena con el vaso de leche tibia procurando que no queden grumos.
- Vertemos las yemas en un bol y batimos con el azúcar hasta conseguir una mezcla cremosa, a la que añadiremos ahora el vaso de leche con la maicena disuelta, batiendo hasta que obtengamos una masa homogénea.
- Colamos la leche infusionada y volvemos a ponerla a fuego medio y vamos añadiendo la crema anterior poco a poco, mezclando con unas varillas o cuchara de madera, siempre en la misma dirección y evitando que hierva en ningún momento hasta que adquiera el espesor deseado. Es el paso más delicado y que más paciencia requiere, ya que pueden quemarse o pegarse. Para evitar ésto podemos también realizar éste último paso al baño maría.
- Vertemos las natillas en los recipientes elegidos y las cubrimos con film que deberá estar en contacto con las mismas para evitar que se forme costra.
- Dejamos enfriar antes de consumir.
¡RECOMENDACIÓN! Guardad (si sois capaces) 250 grs. de éstas deliciosas natillas para la próxima receta. Seguro que os sorprenderá.