Cuando la productora de "Andaluces por el mundo" se puso en contacto conmigo para que le buscara incautos para participar en el programa, la primera persona en quien pensé fué en Bartolín.
Bartolín, un chaval encantador, bien parecido, siempre dispuesto pero más bruto que un arao, decidió un buen día, harto de repartir leña con su padre, poner rumbo a Nueva York. Se cargó a sus anchas espaldas un macuto y una funda de guitarra "rellena" con un jamón de pata negra, jamón que tuvo que dejar en una taquilla del aeropuerto de San Pablo (Sevilla) porque evidentemente no lo dejaron embarcar con él. De esto han pasado 5 años y el jamón sigue en la taquilla porque Bartolín, que no ha vuelto a venir por aquí, se llevó la llave consigo.
Cuando me puse en contacto con él para ofrecerle la posibilidad de participar en el programa, me dijo que, sintiéndolo mucho no iba a poder ser, que se encontraba escayolado de pies a cabeza.
-¿Y eso Bartolín?-le pregunté.
-Pues que estaba yo disfrazao de pollo en Times Square, anunciando un local de comida rápida, cuando una furgoneta de Ketchup "Heinz" me dió un topetazo y me mandó a tomar por culo.
Pobre Bartolín, confieso que no pude reprimir una carcajada cuando imaginé la situación. Le deseé una pronta mejoría y le dije que llegaría lejos, que incluso Brad Pitt comenzó haciendo sus pinitos como hombre anuncio. Bartolín no ha tenido la suerte de Brad Pitt, pero dejó el disfraz de pollo para siempre y ahora se dedica a repartir leña en el estado de Richmond, donde se casó con Louise, una granjera muy particular, con quien vive feliz junto a su pequeño Bart(olín).
Como agradecimiento por haber pensado en él para el programa, tuvo el detallazo de enviarme una cajita de Fig Newtons, desde entonces, esas galletas me engancharon de tal manera que decidí hacer mi propia versión de las mismas.
Como agradecimiento por haber pensado en él para el programa, tuvo el detallazo de enviarme una cajita de Fig Newtons, desde entonces, esas galletas me engancharon de tal manera que decidí hacer mi propia versión de las mismas.
Los Fig Newtons son unas galletas que nacieron allá por el año 1891 en una panadería de Cambridge-Masachussetts (USA) aprovechando el invento de un panadero, Charles Roser, que patentó una máquina que introducía mermelada de higos en una masa de galletas. Los Fig Newtons han venido desde entonces comercializándose con ese relleno original de mermelada de higos hasta el año 2.012, a partir del cual, la compañía que las comercializa (Nabisco), introdujo más variedades de relleno, entre los que se encuentran la mermelada de fresa, de frambuesa y una mezcla de distintas bayas.
Esta es mi versión casera, salvando las distancias, de estas magníficas galletas tan populares en USA. La masa en principo me resultó complicada trabajarla, quedó bastante blanda y tuve que añadirle harina, la suficiente para poder estirarla y modelar las galletas sin que se partieran, (queda como una especie de masa de hojaldre), pero superado este escollo, realmente merecen la pena porque son una auténtica exquisitez, muy delicadas al paladar y riquísimas con ese relleno de mermelada casera de fresa cuya receta podéis ver AQUÍ.
INGREDIENTES PARA UNAS 24 GALLETAS:
Esta es mi versión casera, salvando las distancias, de estas magníficas galletas tan populares en USA. La masa en principo me resultó complicada trabajarla, quedó bastante blanda y tuve que añadirle harina, la suficiente para poder estirarla y modelar las galletas sin que se partieran, (queda como una especie de masa de hojaldre), pero superado este escollo, realmente merecen la pena porque son una auténtica exquisitez, muy delicadas al paladar y riquísimas con ese relleno de mermelada casera de fresa cuya receta podéis ver AQUÍ.
INGREDIENTES PARA UNAS 24 GALLETAS:
- 115 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 115 grs. de azúcar.
- 175 grs. de harina de repostería (más la que necesitéis para estirarla).
- 1 huevo tamaño "L".
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- Mermelada para el relleno.
PREPARACIÓN:
- Batimos en un bol la mantequilla hasta que quede suave y cremosa.
- Añadimos el azúcar, la vainilla y la sal y batimos durante unos 3 minutos más, hasta que queden bien mezclados los ingredientes.
- Añadimos el huevo y seguimos batiendo durante 1 minuto.
- Vertemos la harina y batimos a velocidad media hasta que conseguir una masa homogénea. (No me quedó una masa demasiado consistente, aunque ideal para hacer galletas con pistola, podéis verla en el gif de abajo.)
- Dividimos la masa en dos y las envolvemos en film, introduciéndolas en el frigorífico para que adquieran firmeza durante al menos 1 hora.
- Sacamos una de las piezas y la depositamos sobre un papel vegetal bien espolvoreado de harina y la iremos extendiendo añadiendo la harina necesaria hasta conseguir una masa lisa y con la suficiente consistencia para hacer las galletas.
- Una vez estirada (os recomiendo que no la estireis muy fina), cortamos tres tiras longitudinalmente de unos 4 cms. de ancho. Comenzamos depositando por el extremo de una de las tiras una cucharadita de mermelada de fresa (os remito al gif, una imagen vale más que mil palabras), y cortamos un rectángulo con la longitud suficiente para poder cerrar la galleta. Deberemos cerrarlas bien para evitar que el relleno se salga y las vamos depositando en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
- Introducimos al horno precalentado a 180º durante unos 15 minutos aproximadamente.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla. Podeis dejarlas tal cual o espolvorear azúcar glass.