ADVERTENCIA
Esta entrada no es apta para escrupulosos.
Si lo sois, podéis ir directamente a los ingredientes o visitar mi TERNERA BORRACHA CON PATATAS MOGOLLONAS. Una entrada más amable y mucho menos escatológica, pero si a pesar de ello, decidís seguir adelante, ateneos a las consecuencias.
Allá va.
"No os podéis imaginar lo bonito que es el culo de mi Paco por dentro".
Esas son las palabras que pronunció la Charini nada más entrar por la puerta de la oficina.
"Y es que cuando le han metido el tubo por el culo y han enchufao la cámara para hacerle una colonoscopia, me he quedao maravillá, era como estar viendo un documental del "Nachonal Geografi", sobre todo cuando ha llegao al intestino, aquello parecía una coliflor, precioso.".
La madre que parió a la Charini, desde entonces, cada vez que como coliflor me acuerdo del culo del Paco, manda huevos, como diría aquel, pero poco a poco voy superando el "chock" que me produjo esa imagen tan grotesca y que hizo que me tirara dos años sin probarla.
Pero si os habéis saltado la advertencia y habéis llegado hasta aquí, es que os dá igual ocho que ochenta el culo del Paco y ello no os impedirá disfrutar y degustar ésta exquisitez, porque ésta receta tan sencilla no tiene otro nombre.
CONSIDERACIONES:
- Aunque ésta "pizza" realmente huele a pizza mientras se está horneando (el olor es sencillamente fantástico), no esperéis un sabor a pizza 100 por 100. El sabor de la masa es simplemente delicioso y es evidentemente el queso el que proporciona ese sabor "pizzero".
- La masa en crudo puede parecernos blanda, pero al hornearla queda con la suficiente consistencia como para sostener los ingredientes con los que queramos cubrirla.
- La clave para que la masa quede consistente está en hornearla en porciones por separado ya que facilita que las mismas queden crocantes y capaz de sostener salsas e ingredientes, aún así, no es lo suficientemente firme como para comerla con las manos, necesitaremos cuchillo y tenedor.
- Las ventajas de ésta receta respecto de una masa de pizza convencional son claras, por un lado las calorías, ya que una porción de pizza convencional tiene como media unas 300 calorías, y ¿quien come solo un trozo?. Y en segundo lugar la falta de harina la hace apta para aquellas personas con intolerancia al gluten.
Es una alternativa perfecta a la pizza tradicional, sólo os queda probarla y que me contéis.
- 2 huevos.
- 400 grs. de mozzarella.
- 400 grs. de coliflor.
- 2 dientes de ajo picados o prensados.
- Orégano, albahaca o cualquier otra especia o hierba al gusto.
PREPARACIÓN:
- Rallamos la coliflor cruda con un rallador de queso. (Podéis hacerlo también con la thermomix o bien con un procesador de alimentos.)
- En un bol mezclamos la coliflor rallada, el queso, los ajos y los huevos.
- Dividimos la masa en 4 y las extendemos sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, aplanándolas y dándoles forma bien con las manos o con un tenedor hasta formar cuatro rectángulos.
- Horneamos con el horno precalentado a 230º durante 13-15 minutos. El grado de tueste dependerá del gusto de cada uno, pero personalmente os aconsejo que estén más bien tostaditas.
Una vez horneadas, las espolvoreámos con la especia elegida y podemos tomarla tal cual o como base de pizza, añadiéndole los ingredientes deseados e introduciendo al horno unos 5 minutos a 230º. Tendréis una pizza increible.