Como decíamos ayer.....
Emulando a Fray Luis de León, después de año y medio de inactividad, vuelvo a la carga con ésta receta que, mejor que yo, la define de ésta manera el susodicho fraile en su poesía "Pan de ángeles":
"Comida celestial, pan cuyo gusto
es tan dulce, sabroso y tan suave,
que al bueno, humilde, santo, recto y justo,
a manjar celestial, como es, le sabe;
Justa condenación del hombre injusto
si come el pan de Dios se encierra y cabe;
el sumo Dios que en sí se da y oculta
diga el bien que de tanto bien resulta."
A medio camino entre pan y bollo suizo y rematados con coco, huevo y azúcar, ésta exquisitez con las que nos deleitan nuestros vecinos, son ideales para el desayuno, o para tomar a mediodía a la plancha rellenos de jamón y queso. Una receta sencilla que no debéis dejar de probar.
INGREDIENTES:
- 250 grs. de harina de fuerza.
- 75 grs. de azúcar.
- 50 grs. de mantequilla.
- 1 huevo tamaño "L"
- 50 ml. de leche templada o algo más dependiendo de la harina.
- 6 grs. de levadura fresca de panadería
PARA LA COBERTURA:
- 1 huevo.
- 3 cucharadas de leche.
- 60 grs. de coco rallado.
- 2 cucharadas de azúcar.
- Azucar glass para decorar.
ELABORACIÓN:
- Mezclamos en un bol todos los ingredientes excepto la mantequilla.
- Añadimos la leche poco a poco hasta que consigamos una masa blanda pero no en exceso, ya que tenemos que tener en cuenta que al añadirle la mantequilla se ablandará un poco más.
- Amasamos bien hasta conseguir una masa suave y elástica. Es el momento de ir añadiendo la mantequilla poco a poco hasta que quede bien integrada.
- Dejamos levar hasta que doble su tamaño. El tiempo dependerá de la temperatura que tengamos en ese momento. Ahora en invierno por lo menos nos llevará un par de horas.
- Una vez levada la masa, la dividimos en 6 porciones, dándoles forma de bolas, y dejamos levar de nuevo hasta que dupliquen su tamaño.
- Y ahora, turno para la cobertura, que la haremos batiendo el huevo, pincelando las bolas de masa con él, y al huevo restante añadimos el coco, la leche y el azúcar. Debe quedar una pasta cremosa consistente y que dispondremos encima de las bolas.
- Horneamos unos 30 minutos a 220 grados hasta que estén doradas.
- Dejamos enfriar sobre una rejilla y espolvoreamos con azúcar glass.