El olfato es el sentido más desarrollado que tiene el ser humano al nacer. Se ve que conforme uno va creciendo ese sentido se va atrofiando en determinadas personas, sobre todo la capacidad para olerse a sí mismo. Pero ese es otro estudio antropológico que dejaré para más adelante. Hoy me centraré en otro tipo de aromas, concretamente en el olor a fritanga, un aroma que normalmente está muy mal visto, o mejor dicho, mal olido, asociado a bares donde cambian el aceite con la misma frecuencia con que se le cambia el aceite al coche, olores que recuerdan sensaciones digestivas desagradables como ardores, implosión estomacal o hígado pidiendo a gritos la prejubilación, pero a mi amiga Ana le gusta, ella está muy metida en eso de la aromaterapia, aunque francamente lo que creo es que se le ha ido un poco la pinza. Su casa ha sido siempre una mezcla de aromas sutiles, a veces afrutados, otras dulzones, pero la última vez olía diferente, olía a fritanga y es que la muy jodía había llenado la casa de velas con aroma a POLLO FRITO (según ella, huele que alimenta y el olor a comida estimula el apetito, "ya sabes que mi marío está que dá asco verlo, a ver si me me coge un par de kilillos.) Aunque pensándolo bien, hay mucha gente, entre las que me incluyo a la que les gusta el olor a pollo frito, así que no debe ser mala idea del todo, por lo menos, dará la sensación de que has cocinado algo....jajaja.
Aunque qué quereis que os diga, yo me quedo con el aroma a limón, concretamente el que desprenden éstas galletas cuando están siendo horneadas.
INGREDIENTES:
- 90 grs. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 190 grs. de azúcar.
- 1 huevo.
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 1 cucharadita de ralladura de limón.
- 1/4 de cucharadita de bicarbonato.
- 1 pizca de sal.
- 285 grs. de harina bizcochona (con levadura incorporada) o bien de harina de repostería a la que añadiremos 1/2 cucharadita de levadura.
PREPARACIÓN:
- En un bol vertemos todos los ingredientes a excepción de la harina, el bicarbonato y la sal y batimos hasta obtener una mezcla cremosa.
- Añadimos la harina tamizada junto con el bicarbonato y la sal y mezclamos hasta que queden una masa suave y homogénea.
- Introducimos la masa en el frigorífico durante 30-45 minutos aproximadamente.
- Sacamos y vamos formando bolitas con la masa y aplastándolas con la palma de la mano. Si notáis la masa demasiado blanda (como me pasó a mí), os embadurnáis las manos de harina y les dais forma.
- Horneamos con el horno precalentado a 180º durante 10 minutos.