Tánger ha sido el escenario éste fin de semana pasado de una reunión familiar que me ha hecho muchísima ilusión. Ha sido fantástico volver a reencontrarme con mis padres y mi hermano, recorrer la ciudad, visitar el zoco y la medina y disfrutar de su magnífica gastronomía, así que no podía traeros hoy otra receta que no fuera ésta, una receta auténticamente.......FILIPINA.....jajaja. ¿Comorrrrr? como lo oís, pero ésto tiene explicación. A ésta reunión faltó mi hermana, que vive en los Emiratos Árabes y a la que echamos muchísimo de menos, es nuestra niña, pero tanto ella como su marido, David y mis dos sobrinillas, Elsa y Berta, estuvieron en espíritu, no nos olvidamos en absoluto de ellos, ni tampoco de Verónica, los pies y las manos de mi hermana, una chica filipina que cocina como los ángeles y que en una ocasión nos deleitó con una receta, ésta concretamente, que nos dejó fascinados. Quiso cocinar algo con aire marroquí sin conocer en absoluto el país ni su cocina, y el resultado fué éste magnífico pollo "estilo marroquí" que estaba francamente delicioso. Tengo que volver a repetirlo para estrenar el precioso tajine que me traje de allí.
Pero ésto no es todo, aprovechando mi viaje a Tánger, mi amiga Marita, de la que ya os hablé en la entrada del HOJALDRE DE SALMÓN Y QUESO CREMA, me pidió que le trajera un "suvení" típico de allí. ¿Y ahora qué le llevo yo a ésta, si es más rara que un perro verde?, pero paseando por el zoco me iluminé, ella es forofa total de las barbacoas, de hecho no entra en la cocina desde mayo hasta octubre, y alguna de vez en cuando está bien, pero absolutamente todos los fines de semana se hace cansino, así que mi venganza ha sido terrible, ésta ya no hace una barbacoa hasta que Madrid consiga los juegos olímpicos...jajaja.
En un puestecillo callejero encontré lo que buscaba, dos dentaduras ¿completas? con las que le he hecho unas pinzas monísimas para la carne, así que el sábado, aprovechando la ya obligada barbacoa, hice entrega de mi regalito a Marita, que mientras le quitaba los papeles de periódico donde venían envueltas iba preguntando ¿qué será, qué será?....jajaja. Cuando descubrió "el pastel", su amiga Maria Angustias, en un ataque indiscriminado de risa y tos escupió sobre la camisa blanca de Marita el trago de tintorro que acababa de tomar. Marita cariño, en la próxima entrada podrás leer el cutre-truco sobre cómo quitar las manchas de vino en la ropa.....jajaja.
INGREDIENTES:
- 1 pollo troceado.
- 3 cebollas.
- 3 dientes de ajo.
- 3 cucharaditas de pimentón.
- 2 cucharaditas de cúrcuma.
- 1/2 cucharadita de canela.
- 1/4 cucharadita de jengibre en polvo.
- 1 pastilla de caldo de ave.
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1/2 vaso de aceite.
- 1 vaso de agua
- 1 limón exprimido.
- Cilantro y perejil picados
- 1 taza de aceitunas sin hueso.
PREPARACIÓN:
- Rociamos el pollo con zumo de limón y salamos.
- Picamos las cebollas y los dientes de ajo y los pochamos en el aceite.
- Una vez pochada, añadimos el resto de ingredientes junto con el pollo y cocemos durante unos 5 minutos desde que empieza a hervir, removiendo de vez en cuando.
- Luego disponemos todo en una cazuela de barro e introducimos al horno precalentado a 190º-200º hasta que esté hecho, unos 50 minutos o 1 hora aproximadamente. Recordad que cada horno es un mundo y el que la lleva la entiende.
- Sólo nos queda servir y disfrutar de éste plato tan exquisito y aromático.
No quiero despedirme sin darle las gracias a JULIA (JULIA Y SUS RECETAS) por el gesto que tuvo conmigo en su entrada "TIRAMISÚ DE TRUFA". Ella sabe por qué....;). Gracias corazón, te mereces lo mejor.