Amsterdam es mucho más que los coffee shops y el barrio rojo. La multiculturalidad de la que hace gala la ciudad posibilita que podamos disfrutar de la más variada gastronomía. Como dato curioso decir que en Amsterdam pude encontrar poquísimos restaurantes típicos holandeses, sin embargo, abundan los restaurantes indonesios, argentinos, españoles, chinos, etc.
Ni que decir tiene que uno de los productos de los que puede presumir Holanda son sus quesos, que utilizan en variedad de platos, uno de ellos son los típicos pannenkoeken que hoy os propongo. Una especie de crepe salado inundado de quesos holandeses a los que puedes añadir los ingredientes que quieras. El resultado es este sencillísimo y sabrosísimo plato que espero os guste.
INGREDIENTES (para unos 5 pancakes aproximadamente)
PARA LA MASA:
- 125 grs. de harina especial crepes. (Utilicé la que venden en Mercadona)
- 200 ml. de agua tibia.
- Mezcla de quesos holandeses rallados. (Gouda, Edam, Maasdam y Old Amsterdam) Los tipos de quesos dependerá del gusto de cada uno.
- Jamón Cocido
- Orégano.
- Batimos, con una batidora la harina y el agua hasta formar una masa homogénea. Queda bastante líquida.
- En una sartén antiadherente, echamos unas gotas de aceite y las extendemos con un papel de cocina por toda la superficie.
- Cuando esté caliente, vertemos un cucharón con la masa para crepes en la sartén y con movimientos circulares la extendemos por toda la superficie de la misma. El grosor del crepe dependerá de la cantidad de masa y del gusto de cada uno.
- Una vez haya quedado la masa homogeneamente repartida en la sartén, disponemos el queso, el jamón y el orégano.
- Cuando la base del crepe esté doradita y se despegue del fondo de la sartén, le damos la vuelta y doramos la parte del relleno para que éste se funda y el queso se dore. Si la sartén es buena y realmente antiadherente no vais a tener problema de que el queso se pegue.
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